“El
que busca encuentra”… Eso dice el adagio aludiendo a que casi cualquier cosa en
la vida se puede hallar cuando se busca con tenacidad, empeño o tesón; y aunque
aplica para muchas circunstancias, se ajusta muy bien a la hora de comprar ropa,
porque a casi todas las mujeres las seduce la idea de adornar su cuerpo con
prendas o accesorios que les ayuden a mostrar su identidad con un sello personal,
más allá de los prototipos o estándares de belleza establecidos socialmente.
El
acto de adquirir las prendas que cubren el cuerpo constituye más que una transacción
comercial, es una declaración de los más internos caprichos o deseos y la
manifestación del poder adquisitivo y del holgado o apretado presupuesto con el
que se cuenta en el momento de invertir en el armario.
Es
por eso que a la hora de comprar, las mujeres de verdad, las que trabajan, se
montan en un Transmilenio, hacen mercado y administran el dinero haciendo que
alcance para la leche de los niños, así como para la falda, los tacones o el
vestido con el que irán a la oficina, o que usarán para la cita romántica con
el novio hacen actos malabares sumando aquí, quitando allá y ajustando por acá
cada peso que se invertirá en trajes, atuendos y ornamentos.
Y
es que comprar con poco presupuesto es un arte. Me dediqué a esta labor, casi
detectivesca, de buscar por aquí y por allá ropa para armar tres looks para el
mismo número de ocasiones, y si bien es cierto, la oferta de los almacenes en
los centros comerciales es grande y hay ropa para todos los gustos, no siempre
es verdad que aplique a todos los presupuestos y cuando lo hace, por lo
general, no satisface las expectativas esperadas.
Por
eso, como buscando una aguja en un pajar, recorrí dos centros comerciales, un
outlet, varios almacenes de pueblo (Chía) y recurrí también a la amiga que trae
ropa de Estados Unidos para armar mis pintas, que no superaron los $130.000 mil
pesos por conjunto sin contar con un par de botines de cuero que compré
rebajados a $119.400, y una chaqueta de jean por $75.000 combinables con todos
y cada uno de los looks que escogí y que se convirtieron en piezas comodín.
Pero como una cosa es hablar de la experiencia y otra es ver los resultados, a continuación comparto las fotografías que ilustran una semana a la cacería de ropa económica y bonita que se resume en tres looks: uno para la oficina, otro para una salida casual y el último para una escapada de fin de semana.
Look de oficina
Falda KOAJ: $49.900
Camiseta KOAJ: $19:900
Total Look: $69.800
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Look salida casual
Blusa FDS: $49.900
Jean FDS: $79:900
Aretes: Zépiros accesorios
Total Look: $129.800
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Look escapada de fin de semana
Lo
que aprendí
- Es posible conseguir ropa que se acomode al gusto de casi cualquier persona. En comercios o tiendas de barrio se pueden encontrar prendas como una chaqueta de jean de $80.000 que después de regatear con la vendedora pude conseguir por $75.000 y que será una pieza de fondo de armario muy versátil.
- Colombia tiene una industria de moda sólida y si bien hay muchas marcas con estatus que se están haciendo un nombre a nivel internacional, la producción textil es muy amplia y marcas como FDS o KOAJ ofrecen prendas con diseños exclusivos y muy asequibles a la hora de comprar.
- La creatividad también es importante. Siempre me negué a comprar ropa a comerciantes independientes como la señora que la trae de Estados Unidos, pensando que hay mayor variedad y oferta en un centro comercial, pero me sorprendió encontrar un pantalón por $50.000 y una camiseta por $20.000 que usaré en mis salidas de fin de semana.
- Estar alerta a las ofertas y rebajas es una muy buena opción a la hora de comprar ropa. Los almacenes siempre están rotando su mercancía y sí se está atento se pueden encontrar objetos en oferta con descuentos del 40, 50 y hasta 70% como los botines de $200.000 rebajados a $119.000 de Stivali.
- Las tarjetas de descuento que obsequian algunos almacenes para los clientes preferenciales son una buena opción porque ofrecen descuentos del 10% en compras permanentes y un 20% el día del cumpleaños como la que me gané en FDS por la compra de un Jean y una blusa de $130.000.
- Ahorrar a la hora de comprar con un presupuesto es prioridad para muchas mujeres, pero en ocasiones es importante invertir en piezas de mejor calidad que durarán más y los zapatos son una de ellas, por eso un buen par de botines de cuero más que un gasto son una inversión porque mejorarán cualquier look dándole un toque chic.
Finalmente,
y después de esta experiencia de búsquedas y hallazgos, me quedo con la
satisfacción de contar con nuevas prendas para mi armario y múltiples ocasiones
para lucirlas y combinarlas, así que: ¡Me voy a estrenar!