jueves, 26 de octubre de 2017

Vacaciones. Así fueron

Hace un par de semanas tuve una estupenda escapada. Cinco días en Cancún y alrededores disfrutando de mucha playa, sol, calor y entre otras curiosidades, las ruinas arqueológicas de Chihén Itza, donde se alza el templo de Kukulcán, una de las siete maravillas del mundo moderno, y por tanto uno de esos lugares llenos de historia, pero también de tumultos de turistas que tristemente nos preocupamos más por la fotografía del momento que por la memoria y legado de aquellas civilizaciones que forjaron nuestro presente.

Una de las prioridades de este viaje, aparte del atractivo histórico y turístico era preparar  mi maleta y escoger muy bien cada uno de las prendas que llevaría, pensando sobre todo en la comodidad y en las altas temperaturas a las que seguro me sometería. Entonces me esforcé por armar un mini guardarropa en el que los materiales como la franela, el algodón y el denim fueron los protagonistas que me permitieron sacarle partido al viaje y a la experiencia de extenuantes caminatas y largos días de playa ¿Tan sufrida, cierto?

El resultado fue bastante positivo, hice una inteligente elección de piezas entre shorts, camisetas, enterizos, blusas, un jean (para el viaje de ida y vuelta en el avión), sandalias y tenis, piezas que aunque no hicieron mucho espacio en la maleta me permitieron cubrir las expectativas de vestuario durante los escasos días de mi escapada veraniega y a las que además añadí una pava enorme, muy útil para protegerme del sol y la prenda estrella y mejor descubrimiento del viaje: un abanico, que resultó una muy útil y glamorosa herramienta contra el bochorno.

De las prendas que elegí, me encantó ver que algunas de ellas y sin pensarlo iban muy de la mano con las últimas tendencias como los cuadros vichi en blanco y negro de una de la blusa que usé para el día de la visita a Chichén Itza, las perlas que adornaban mi pava o el jumpsuit corto que use para recorrer las ruinas de Tulum y Playa del Carmén. Aunque yo prefiero apegarme a mi estilo antes que a la moda o a las tendencias, me gustó la idea de llevar aunque sea un poco estos detalles.

Una historia para contar:

Y continuando con el tema de las prendas y materiales adecuados para unas vacaciones tropicales, me gustaría contarles una anectoda muy instructiva que pude ver muy de cerca en este viaje. Se trataba de una joven oriental preciosa que iba en mi excursión a las ruinas de Tulum, junto con su pareja, vestida con una falda de material sintético más abajo de la rodilla, con una especie de enagua de tul, blusa de encaje con mangas a la altura de los codos, tenis y sombrero de paño.

Aunque estaba muy bien vestida, ni la ropa ni los materiales que usaba eran los adecuados, por esta razón ni ella, ni su acompañante terminaron el recorrido debido al calor que esa ropa sofocante no ayudaba a calmar. Estos pequeños grandes detalles son los que en términos de estilo, ropa y comodidad hacen de unas vacaciones vayan de adoradas a odiadas y no estoy hablando en términos fashion, sino de la elección de las prendas correctas para el lugar adecuado.

Finalmente, a continuación les dejo esta fotografía con el resumen de mi guardaropa de escapada de verano.



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